Habrá zonas de la provincia en la que desaparecerán las playas de manera puntual durante la pleamar, y otras en las que, en la bajamar, saldrán a la luz superficies que siempre han permanecido bajo el agua. Las previsiones para ello son de buen tiempo, todo sería perfecto si las olas acompañaran.
La bajamar se prevé a las nueve menos cuarto de la mañana del sábado y a las nueve y media de la mañana del domingo, mientras que las pleamares se darán a las tres de la tarde y cuatro menos cuarto, respectivamente.
Estas pleamares "históricas" que alcanzarán un coeficiente en torno al 117, producirán, según Medio Ambiente, por ejemplo, que la mayoría de las salinas abandonadas y marismas queden bajo el agua. A su vez playas urbanas como La Victoria o La Caleta desaparecerán en el punto álgido de la marea, tanto que el agua tocará los muros de la ciudad.
La bajamar, por contra, favorecerá sobre todo a los amantes de la pesca, del marisqueo y de la fotografía. Emergerán espacios que nunca vieron la luz y, cómo no, todos los espacios intermareales.
Estas pleamares "históricas" que alcanzarán un coeficiente en torno al 117, producirán, según Medio Ambiente, por ejemplo, que la mayoría de las salinas abandonadas y marismas queden bajo el agua. A su vez playas urbanas como La Victoria o La Caleta desaparecerán en el punto álgido de la marea, tanto que el agua tocará los muros de la ciudad.
La bajamar, por contra, favorecerá sobre todo a los amantes de la pesca, del marisqueo y de la fotografía. Emergerán espacios que nunca vieron la luz y, cómo no, todos los espacios intermareales.
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